Cursor by www.Soup-Faerie.Com Crónicas de una hoguera

Crónicas de una hoguera

martes, septiembre 13, 2011

Necesito vuestra ayuda...

Esta historia es un poco diferente a las que pululan por este blog. Se trata de algo que se podría calificar de SPAM... quizás los ea... pero aún así, voy a intentar pediros vuestra ayuda por primera vez. La cosa va de la siguiente manera:

Estoy participando en un concurso de microrelatos y tengo varias obras presentadas... ¡¡¡y voy primero en el ranking!!! Nada más lejos de la realidad que crea que todas las mías merezcan ganar, pero sí que es cierto que alguna que otra se merecería estar al menos en un puesto superior al que está... por ejemplo, una que me gusta mucho es la titulada "Venciendo al tiempo".

Aún con todo... hay varios concursantes a los que están votando de una forma muy rara y se colocan en posiciones que no parecen jugar limpio. Eso no quiere decir que me sienta orgulloso de que casi tosdas mis obras estén entre los primeros puestos: es un halago que se vea así, de verdad.

Por eso (y porque me hace falta el dinero, claro está... jejeje) os pido vuestra colaboración. El voto es online, así que recurro a vosotros para que me ayudeis a ganar el premio. Sólo tenéis que registraros y votad mis obras con la mayor puntuación. Se puede votar sólo una vez al día, por lo que os agradecería que lo hiciérais toda esta semana, si no es mucho pedir. De verdad que sería un favorazo. La web es http://www.undedodeespuma.es

le dais al apartado de microrrelatos y buscaís mis obras por autores, están en la página 14 y 15, sobre todo votad la que está en el puesto más avanzado, o buscad por ranking y votais la que tenga mas cercana al primero. Un truco: si queréis votar todas mis obras, le dais a votar con el boton derecho y abrir en pestaña nueva, así os permite votar todas sin tener que pasar por el resto de concursantes... jejeje. De todas formas, sí que hay obras que merecen ser leídas, eso no hay que discutirlo.
"Guillermo Lineros López-Cepero" ¿eh? ya sabéis.... jejeje

¡Muchas gracias!!!

martes, julio 05, 2011

Volviendo...

Acabo de visitar la trastienda del blog por extrañas casualidades de la vida y... me he dado cuenta de lo que echo en falta escribir en él... y supongo que también me echará de menos. Así que he decidido ponerme las pilas y volver a recorrer mis dedos por su piel, desentrañando mil y una aventuras de lo absurdo... como siempre, hasta que el mundo salga de su locura.

martes, noviembre 02, 2010

Martes lunero

Hoy es martes. Apenas he salido a la calle y me ha embriagado el calor de un sol extrañamente radiante. Y digo extrañamente sólo porque está escrito aquí... para mí hace tiempo que todo, al menos casi todo, es radiante. Sé que muchos creen que la felicidad es un estado mental o, más aún, transitoria... pero, por lo que a mí respecta, es una raíz dentro de mi ser... calculando el momento de florecer. Por eso hoy me encanta que haya tanta luz, menos frío... porque sólo puede ser señal de que la floración está muy cerca.

Cursilerías aparte, debo reconocer que echo cosas personas en falta a las que no puedo acceder. Así, si fue el día de difuntos y al día siguiente los tosantos (sí, conservo la raíz de mi pueblo ¿qué pasa?jeje)... hoy será el día de los perdidos. Me encantaría que cualquiera que pusiera sus ojos sobre estas letras se sumara a este día de celebración y recuerdo de aquellas personas que han marcado nuestra vida y, sin embargo, no se les ha reconocido como se merece. Por mi parte, felicito en su día a todos aquellos que ya no recuerdo, a los que sí lo hago pero no levanto el teléfono para hacer esa llamada, a los que siento cerca a pesar de la distancia, a los que el destino nos hizo pasar mutuamente el uno por el otro y ahora nos aleja... A todos ellos, felicidades y gracias por existir.

viernes, octubre 29, 2010

Vivencias

Hace demasiado que no escribía... quizás no era el momento. Ya ha llegado pero no ahora, sólo un poco más adelante. Tal vez mañana... no lo sé, tan sólo mis dedos. Ya les preguntaré. hasta entonces... nos vemos en los bares o, al menos, en alguna esquina solitaria cuando el cielo esté a punto de vomitar agua.

jueves, abril 22, 2010

El bar

Allí estaba ella. Al fondo de la barra de un oscuro bar, de ese bar al que tantas noches había acudido en busca de un demonio que le sacase de ese infierno. Pero el demonio nunca llegaría. Ella no lo sabría jamás… por eso cada noche se preparaba para una batalla en la que la lujuria y la perversión eran las mejores armas.

Un leve rumor llegaba desde el reservado, lo que delataba la excitación de algún parroquiano subido de tono. Esa noche todo estaba en clama, demasiado en calma. Al fondo sólo se encontraban un par de borrachos que acudían tan asiduamente como ella. Tan sólo su olor resultaba tan desagradable que la leve idea de acercarse hacia ellos para lograr que la noche terminase en una cama desconocida se hacía inimaginable.

Se abrió la puerta del bar y, con paso lento y pausado, apareció una figura masculina que hizo que ella clavara sus ojos en él con un deseo mucho más profundo que lo que sentía desde hace años. De repente, de esa sombra apareció una mano que fue iluminada por el foco de la entrada. Ella observaba con curiosidad sus movimientos, como si quisiera memorizarlos. La mano se introdujo en uno de los bolsillos de la chaqueta y sacó una pistola. Ella estaba fuera de sí, llena de deseo.

Y desde esa sombra, amparado por el reino de las tinieblas, la extraña figura apretó el gatillo con fuerza. Disparó una y otra vez mientras los cuerpos caían al suelo, ya inertes. Ella contemplaba la escena con tanta curiosidad, pero se encontraba sumamente tranquila. Cuando sólo quedaron ambos en pie, lka fiura salió de la sombra: era un joven bien parecido, con una ropa exquisita y que parecía cara. Su cara, demasiado blanca para esas latitudes, resaltaba con el color de la sangre esparcida por todo el bar. Pero lo más llamativo era su sonrisa hierática, casi imperceptible. Y unos ojos que se clavaban en los de ella al tiempo que acercaba su pistola al pecho de la testigo de aquella masacre.

Le apuntó lentamente a su frente y con un ademán le dio a entender que cerrara sus ojos. Ella suspiró, los cerró y esperó el momento con una sonrisa. Pero nada ocurrió. Al abrirlos encontró la pistola a su lado, en la barra. Y junto al arma, un trozo de papel en el que se podía leer:

“Gracias por mostrarme el camino”.

viernes, diciembre 11, 2009

A falta de palos

Garganta de perro y dedos llenos de magia: así me siento. La rueda sigue girando, como si no importase nada, no importa nada en realidad. Y las voces de la radio llenan mi cabeza de estupideces… malditas estupideces.

No dejo de mirar, cada día, al despertarme y sentir un frío que llega desde dentro para golpear mi pecho con furia. Quizás sea el sueño… o quizás no, sólo sé que resulta absurdo desde fuera. Aun así, la lava sigue quemando, ahora diferente que años atrás, con más coraje y maldad, como si todo este tiempo hubiera acechado para saltar en el momento justo de quemar mi piel para dejarla hecha jirones de papel resecos en el fondo de un cajón ya nunca visitado.

martes, diciembre 01, 2009

Guerra de autómatas

DIA 1. AÑO 2246.
8 de la mañana: Inicio>Programas>Turn On… La unidad 13 despierta. Un chirrido metálico resuena en el almacén. Antes se encontraba repleto de autómatas, pero tras la segunda revolución de los robots, éste era el último que continuaba allí, gracias a su, por decirlo de alguna forma, dueño. Años atrás, cuando el boom de la tecnología robótica llegó a su apogeo, el doctor Guerrero compró por correo un kit de montaje de un eficiente androide que, con el paso del tiempo, lo que comenzó como una relación amo-sirviente, se convirtió en una profunda amistad.

El doctor sabía que los sentimientos de su amigo eran fruto del chip “R-24F”, que causó todo el revuelo durante los años siguientes, ya que los robots tomaron plena conciencia de su existencia, su situación de desventaja con la humanidad y quisieron reclamar una parte de ese mundo que consideraban tan fácil de compartir entre ambos.

Los “sangrantes”, que era como los “metálicos” habían llamado a los humanos, eran considerados menos “humanos” que los propios robots. Los robots podían hacer lo mismo que los hombres, con la ventaja de no sentir cansancio, dolor o necesitar alimento tan rápidamente. La batería celulósica de Iones hacía que la energía atómica pareciera un juego de niños. Gracias a ella, el funcionamiento de los robots estaba asegurado durante milenios. Todos y cada uno de los robots se conectaban por microondas a la unidad central de energía, situada bajo tierra en un lugar inaccesible sin medios adecuados.

Así, entre 13 y Mario había una complicidad que no se hubiera comprendido fuera de aquellas paredes de ese viejo almacén que hacía las veces de laboratorio de investigación. A ellos les bastaba.

Mario estaba desayunando tostadas con café. Al oír el chirrido de 13, se giró lentamente y, con una sonrisa en la cara, le dijo:

-Buenos días, 13.
-Buenos días, amo.- Contestó 13.
-No empieces tan temprano con esas estupideces, por favor. Sabes que odio esa palabra y sólo la dices para fastidiarme.
-Lo siento, Mario, consideré que sería oportuno empezar el día con humor.
-¿Qué ocurre, 13?
-Ya lo sabes.- Respondió 13.-Hoy es el día en que moriré.
-¿Todavía con ésas? Te he dicho que tus datos son incorrectos. No hay nada más allá de la barrera de fotones. Ningún humano o robot puede traspasarla. Es absurdo creer que la batería va a ser destruida. No te preocupes, en serio.
-Así será entonces.- Sonrió 13 de forma burlona.

miércoles, noviembre 11, 2009

El sueño


Ayer soñé que iba al bingo. La verdad que no tendría nada de raro si no fuera porque fue mucho más vívido de lo habitual. Allí estaba, al lado de gente que no conocía y de otra que conocía demasiado… me sentía muy solo, como si hubiera una barrera invisible que no pudiera superarse sin acudir a un cuchillo que cortase la tensión de una atmósfera tan roída como la que existe en un casino.

Justo detrás gritaba una anciana a la que consideraban medio loca… pero, en realidad, sólo era una triste mujer a la que la vida había tratado peor de lo que se merece cualquier persona culpable de algún delito. Estuve mirando mucho tiempo, como si la conociera, como si fuera capaz de leer sus pensamientos… y de pronto me gritó dentro de mi cabeza con tan sólo mirarme: “corre, corre y acércate, te está esperando”. Nadie más se dio cuenta y todos seguían riendo y jugando sin más pretensión que alcanzar a saborear un poco de gloria a base de dinero, sorpresa, diversión o tan siquiera olvidar. Pero ese grito de sus ojos hizo que me cayese, que sintiese la necesidad de llorar, de gritar, de hacer lo que debo hacer y no es posible. De repente, la mujer me sonrió, dándome una tranquilidad que chocaba con el agobio de tan sólo un segundo antes.

Desperté. Todo había sido un sueño, un mal sueño, una mezcla de recuerdo latente que luchaba por salir hasta ayer. Hoy todo es cada vez más confuso, pero no dejo de recordar esa mirada que me gritaba que corriese hacia allí.

jueves, octubre 29, 2009

La caída del caballero (unos días después)



A veces una mirada puede ser la mejor de las victorias o la más amarga de las derrotas. La batalla se reducía a algo tan simple como un asentimiento que nunca llegaba, y todo el reino yacía expectante a la caída de la tarde par que el carruaje hiciera su aparición entre las brumas del mar de Himnurg. Todo permanecía en silencio, casi inerte, como si el canto de los pájaros se hubiera callado por un segundo que no terminaba jamás. El aliento se hacía cada vez más entrecortado y, de repente, el espanto embargó su alma: estaba muerto.

No se había dado cuenta pero… ¿cómo había podido pasar? Lo único que sabía es que había estado aquella noche delirando sin más protección que una vieja cota de malla raída por el tiempo. Y ahora, semanas más tarde, cuando todo parecía que había terminado, el dolor en el pecho que le hizo desistir del frente se le extendía por todo su cuerpo como si su sangre fuera lava.

El devenir de pasos aquí y allá rompió el silencio casi mágico que minutos antes embriagaba la ladera, pero en ese momento, en ese justo momento, miles de criaturas indefinidas se arremolinaban alrededor de un cadáver que aún suspiraba débilmente mientras se aferraba a algo que escondía en su mano. De repente, exhaló una última vez y se desvaneció en medio de los presentes. Al golpear su mano contra el suelo, se abrió lentamente dejando a la vista la marca de un objeto que se había desintegrado tan sólo hace un instante… era la marca de una pulsera labrada con una extraña escritura que ninguno había contemplado. Jamás se sabría lo que era esa pulsera ni qué secreto escondía, ya que el caballero nunca reveló a nadie que la poseía, ni siquiera los más allegados de la corte eran conscientes de lo cerca que lo tuvieron siempre y fue su secreto mejor guardado por un caballero de la Antigua Orden Oscura.

domingo, octubre 18, 2009

El retorno del caballero


Entre princesas de piel y nata descansa un guerrero venido a menos. “Te lo recompensaré”, eso fue lo último que escuchó con verdadera ironía para sus adentros. Detrás de duendes diurnos y vampiros de la noche, sólo los gatos siguen luchando por una vez en el mundo… y en medio de ese desorden, en su cabeza resonaba ese maullido. Sabía que su impaciencia e inmadurez no eran buenas compañeras en su viaje y, por ese motivo, se había prometido despojarse de todas sus ropas, enseres y lamentos para iniciarse de nuevo en la búsqueda de la verdad, una verdad que le sería revelada con paciencia y sólo cuando se encontrara en paz consigo mismo.

El amanecer de ese día le pareció mucho más hermoso de lo que recordaba. Y decidió sonreír sólo cuando fuera real, cuando en su interior naciera un deseo de mostrar la alegría de su alma. Y así lo hizo, estaba aprendiendo a ser él.